Tras un incendio ocurrido en el mes de febrero de 1990, es que se procedió a demoler en julio siguiente, este edificio que hizo levantar y sirvió como residencia suya al rico capitalista y empresario cafetalero, el herediano don Braulio Morales Cervantes (1824-1898). Después de muchos años, distintas personas fueron los dueños de la casa y por 1924 la casa fue alquilada, y allí estuvo por muchos años el Club Sport Herediano, incluso al lado sur estuvo la sede desde 1943 y hasta por allí de 1948, del primer local de oficinas que tuvo la Caja Costarricense de Seguro Social en Heredia. Por una ley de 1983 fue declarada esta casa de Reliquia de Interés Histórico y Arquitectónico; pero el incendio de 1990 obligaba a una costosa inversión para su reconstrucción, motivo por el que se procedió más bien a su demolición total.